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Cómo integrar las TIC en el aula



Presentamos un material del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología con sugerencias y reflexiones para el trabajo didáctico con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).

Tecnologías de la información y de la comunicación en la escuela: trazos, claves y oportunidades para su integración en el aula es un examen desde la didáctica, la pedagogía y la gestión escolar de la introducción de la tecnología en el aula.
Consiste en un documento de casi cien páginas, firmado por el equipo de la Unidad de Tecnologías de la Comunicación y la Información, de la Dirección Nacional de Gestión Curricular y Formación Docente, que tiene gran cantidad de información, reflexiones, fuentes, y recomendaciones para el uso de las TIC con fines educativos.
aula-pc.jpgUna de las primeras perspectivas desde las cuales se examina la cuestión en el documento es la de la conocida "brecha digital". En este sentido las tecnologías sólo estarían en línea con el objetivo de igualdad educativa a partir de una fuerte intervención, que adquiere la forma de capacitación docente, redistribución de equipamiento, asistencia y soporte.
Este movimiento de vincular el proceso educativo con problemáticas de lo que se conoce como la sociedad de la información y luego analizarlo desde los objetivos centrales de la gestión se repite a lo largo del todo el texto. Las TIC se examinan contra la brecha generacional, las competencias del siglo XXI, el sentido del cambio, el trabajo en comunidad, la globalización económica y cultural, entre otros aspectos.
El texto presenta varias opciones de lectura: en las columnas se presentan propuestas para el aula, muchas páginas cierran con plaquetas llenas de preguntas y en otras hay referencias a los autores más lúcidos en el pensamiento de la actualidad con diferentes puntos de vista sobre los procesos comunicativos.
Las últimas páginas están dedicadas a la información sobre los últimos temas, herramientas y funcionalidades de internet, con sugerencias de aplicaciones pedagógicas.
La publicación puede consultarse en línea en: http://www.me.gov.ar/curriform/publica/tic.pdf

EL PORQUÉ DE LAS TIC EN EDUCACIÓN

El computador electrónico fue inventado a mediados del siglo pasado; el computador personal llegó al mercado después de 1975; e Internet se hizo público y la Web comenzó a enriquecerse a mediados de la década de los 90. Esos grandes hitos están entre los más visibles de la revolución que han experimentado las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en los últimos 60 años. Esa revolución ha ido acompañada, y ha sido impulsada, por una reducción dramática, sin precedente en la historia de las tecnologías, en los costos de manejar, guardar y transmitir información.

Desde hace varias décadas se comenzó a especular sobre el impacto que la revolución en las TIC podría tener en la educación, en todos sus niveles. Esa especulación, y los múltiples ensayos que la siguieron, se han convertido en los últimos años, especialmente a partir del desarrollo de la Web, en un gran movimiento que está transformando la educación en muchos lugares del mundo desarrollado.

Infortunadamente, no se ha cumplido una de las predicciones de la especulación inicial, a saber: que la revolución de las TIC permitiría a los países en desarrollo mejorar sus sistemas educativos a pasos agigantados, hasta alcanzar a los de los países ricos. Por el contrario, lo que se observa en años recientes es un aumento en la brecha entre la típica escuela latinoamericana y la típica escuela en muchos países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos)

Eso no tiene necesariamente que ser así: los gobiernos de América Latina tienen ahora la gran oportunidad de transformar sus sistemas educativos; de mejorar la calidad de sus escuelas; de reducir la inequidad en las oportunidades que se ofrecen a los jóvenes de los diferentes estratos socioeconómicos de sus países; y de preparar a su población para los retos que entraña la economía globalizada, muy competitiva, de la sociedad del conocimiento característica del siglo XXI.

Los cambios tecnológicos en los microprocesadores y en los dispositivos de memoria digital, así como el aumento de capacidad de transmisión de información en fibra óptica y en sistemas inalámbricos y, la disponibilidad de muchísimos recursos gratuitos en la Web han reducido los costos de aprovechamiento del potencial de las TIC en la educación a niveles no soñados por educadores o gobernantes hace sólo 10 años.

Este artículo expresa la posición de la FGPU y de Eduteka sobre las razones por las que se hace urgente aprovechar esta oportunidad que se presenta a las naciones de América Latina para transformar su educación; y pretende servir de material de información y persuasión para argumentar con solidez este tema ante directivos educativos, gobernantes y legisladores.





UNA RAZÓN BÁSICA

La pobreza de recursos educativos en la mayoría de las escuelas latinoamericanas es bien conocida. En particular, la escasez de materiales en sus bibliotecas es una de las más serias limitaciones para la formación de niños y jóvenes de los sectores menos favorecidos económicamente. Esa carencia podría resolverse con una dotación mínima de computadores con acceso a Internet de banda ancha en las bibliotecas escolares. La gran cantidad de libros, revistas, periódicos, diccionarios, enciclopedias, mapas, documentos, videos, muchísimos de ellos gratuitos y con capacidad de multimedia, justifican una inversión inicial en dotación e instalación de equipos y un gasto de sostenimiento cuyo valor sería marginal si se lo compara con el gasto educativo de cualquier país latinoamericano. El acceso a Internet permitiría, además, una cantidad de experiencias educativas nuevas como visitas a museos de arte y de ciencias, acceso a laboratorios virtuales, viajes virtuales a ciudades o regiones remotas, utilización de software educativo interactivo, etc.

Ese esfuerzo de dotación general a las bibliotecas escolares traería importantes cambios a las instituciones educativas, abriría las puertas de un nuevo mundo para sus estudiantes y ayudaría a mejorar la calidad de la educación latinoamericana.



DOS RAZONES FUNDAMENTALES

Pero existen dos razones muy importantes por las que los gobiernos deben ir mucho más allá de dotar las bibliotecas escolares con acceso a la Web (ver gráfica).

Por una parte, debido precisamente a los múltiples cambios originados por la revolución de las TIC, las competencias requeridas a los graduados de los sistemas escolares de América Latina han cambiado. Y esos sistemas escolares deben atender esas nuevas demandas para que los jóvenes que pasan por ellos estén mejor habilitados para llevar una vida personal, productiva y cívica valiosa en el siglo XXI.

Además, las TIC, con toda la gama de herramientas de hardware y software que contienen, convertidas en herramientas de la mente, usadas para potenciarla, facilitan la creación de ambientes de aprendizaje enriquecidos, que se adaptan a modernas estrategias de aprendizaje, con excelentes resultados en el desarrollo de las habilidades cognitivas de niños y jóvenes en las áreas tradicionales del currículo.



ExperTICia

Proponemos llamar experTICia a la condición de una persona competente en las nuevas demandas de formación originadas en la revolución de las TIC, demandas que, como ya se dijo, deben ser atendidas por cualquier sistema escolar de calidad contemporáneo.



La experTICia incluye unas competencias relacionadas con el hardware y el software; otras relacionadas con los contenidos de la información y las comunicaciones; y un tercer tipo que enlaza las dos anteriores con capacidades intelectuales de orden superior.

Las primeras implican un conocimiento de los conceptos fundamentales de las TIC y la habilidad en el uso de sus diversas herramientas.

Los conceptos fundamentales son las bases sobre las que se construyen las TIC; el computador, las redes, los sistemas de información, la representación digital o binaria de la información, los modelos, el pensamiento algorítmico y la programación son algunos de ellos [1]. Si las TIC no evolucionaran, el conocimiento de estos conceptos sería innecesario; bastaría saber usar los equipos y el software; pero las TIC cambian permanentemente y una buena comprensión de sus fundamentos permite estar preparado para las innovaciones y adaptarse rápidamente para aprovechar las nuevas oportunidades.

La lista de habilidades requeridas en el uso del hardware y el software cambia frecuentemente, según aparecen nuevos productos y nuevas aplicaciones. Entre las más importantes hoy, tendríamos: instalación del computador, uso de las funciones básicas del sistema operativo, uso del procesador de texto, uso de un sistema de presentación multimedia, conexión a una red, uso de un navegador para buscar recursos en la Web, uso de sistemas de correo o de comunicación con otros [2], uso de una hoja de cálculo, uso de un manejador de bases de datos, uso de cámaras digitales de fotografía y video, uso de algunos servicios de la Web 2.0, etc.

El conocimiento de los conceptos fundamentales de las TIC y las habilidades en el uso del hardware y del software componen la primera parte de la experTICia. La segunda, está relacionada con el uso y la producción de los contenidos de la información, tanto en la Web como en los medios digitales en general.

Como se dijo antes, la mayoría de los latinoamericanos se ha educado sin acceso a una cantidad siquiera apreciable de fuentes de información y conocimiento: libros, revistas, diarios, enciclopedias, etc. En la nueva realidad, el acceso a la Web con su inmensa cantidad de recursos valiosos y, al mismo tiempo, de material inútil y basura, exige el desarrollo de una primera competencia nueva: la de manejo de información (CMI); que capacita al joven para definir el problema de información que enfrente, escoger, ejecutar y refinar su estrategia de búsqueda, juzgar la validez de las fuentes de la información obtenida y procesar esa información.

Además, ante la creciente avalancha producida por la gran cantidad de medios y mensajes mediáticos a la que está expuesto el ciudadano normal, se requiere el desarrollo de otra competencia nueva: el Alfabetismo en Medios; se trata de la comprensión de cómo se construyen los mensajes que contienen, para qué propósitos, usando cuáles herramientas; se trata de aprender a examinar cómo diferentes individuos interpretan los mensajes de manera diferente, cómo se pueden incluir o excluir ciertos valores y puntos de vista, cómo los medios pueden influir en creencias o comportamientos; se trata no solo de aprender a recibir los mensajes críticamente, sino de aprender a producirlos y a emitirlos.

Tanto la CMI como el alfabetismo en medios demandan una lectura y una escritura diferentes a las tradicionales: son multimediales (con sonido e imagen), son hipertextuales (con enlaces que permiten navegar entre varios textos), son interactivas, contienen íconos e información gráfica; implican, en fin, un nuevo alfabetismo.

Además, estas competencias relacionadas con el uso y la producción de contenidos de información exigen una comprensión de los asuntos éticos y legales implicados en el acceso a la información y en su utilización, como el plagio y los derechos de autor.

La experTICia incluye un tercer tipo de competencia que liga las TIC y las competencias hasta aquí enunciadas con las capacidades intelectuales de orden superior. Esta inclusión se manifestó, talvez por primera vez, en el informe “Being Fluent with Information Technology” del Consejo Nacional de Investigación de los Estados Unidos, en 1999. Ellos incluyeron, entre otras, las que llaman razonamiento sostenido, manejo de complejidad y prueba de soluciones. Un informe más reciente, “Evaluación de las Competencias del Siglo XXI: el panorama actual” (pdf, 460Kb), de junio de 2005 se refiere a cómo países tan diversos como el Reino Unido, Finlandia, Singapur, Israel y Corea del Sur están tratando la experTICia como una de las áreas de competencia centrales en sus currículos nacionales y “artículos que emanan de (sus) Ministerios de Educación y organizaciones aliadas trazan un enlace explícito entre las TIC y capacidades intelectuales de orden superior”. Muy recientemente, los nuevos estándares de TIC para estudiantes de los Estados Unidos, preparados por ISTE incluyen “competencias de creatividad, innovación, investigación, pensamiento crítico, solución de problemas, toma de decisiones, entre otras”, con el uso de herramientas y recursos digitales apropiados”.

Como se dijo antes, el desarrollo de todas estas competencias que hacen parte de la experTICia, es ahora una función crítica de cualquier sistema educativo de calidad.



AMBIENTES DE APRENDIZAJE ENRIQUECIDOS

Pero, como también quedó dicho atrás, hay otra razón muy importante para que los gobiernos se comprometan en la incorporación masiva de las TIC en sus sistemas escolares: las TIC, bien aprovechadas, tienen el potencial de enriquecer muchísimo y a bajo costo los ambientes de aprendizaje en los que se educan niños y jóvenes latinoamericanos. Y esos ambientes enriquecidos permitirían niveles de aprendizaje y de desarrollo de competencias mucho más elevados que los que existen hoy. Los costos de los computadores, de sus equipos periféricos, como escáneres o impresoras, y de muchos dispositivos digitales como cámaras, sensores, sondas, agendas, teléfonos celulares, etc., que funcionan con los computadores o en lugar de ellos, han bajado dramáticamente. Empiezan a verse ya programas pilotos con computadores diseñados especialmente para uso escolar, con precios entre 170 y 300 dólares, como el XO de la Fundación “One laptop per child (OLPC)” (un portátil por niño) o como el Classmate de Intel. Esos equipos traen incorporados varios dispositivos valiosos, tienen especificaciones técnicas apropiadas para el uso escolar y vienen con una serie de programas de software suficientes para gran variedad de aplicaciones.

La propuesta de los fabricantes de estos equipos es llegar a la situación “uno a uno”; un computador por cada niño o joven; e, idealmente, un computador cuyo usuario pueda tenerlo y usarlo tanto en la institución educativa como en su casa.


Pero ¿Por qué se querría llegar a esa situación de “uno a uno”? ¿no sería suficiente tener unas pocas aulas o laboratorios de computadores a donde los estudiantes vayan a desarrollar las competencias propias de la experTICia? Porque el “uno a uno” ofrece muchísimas ventajas: mediante su propia memoria o mediante el acceso a la Web, puede reemplazar libros, manuales o textos, diccionarios, enciclopedias, cuadernos o libretas y demás productos de papel para todas las materias que hoy requiere cualquier estudiante para el plan de estudios; además, un equipo como el XO ofrece cámara fotográfica, micrófono, parlantes y otras facilidades de comunicación; pero lo más importante es que el software que trae incorporado el equipo y su acceso a Internet permiten convertirlo en herramienta de la mente. David Jonassen, en un artículo sobre ese concepto, dice que “las herramientas de la mente son aplicaciones de los computadores que, cuando son utilizados por los estudiantes para representar lo que saben, necesariamente los involucran en pensamiento crítico acerca del contenido que están estudiando”. Un ejemplo clásico, presentado por el mismo Jonassen, es el uso de Bases de Datos; la organización de una información, que puede haber sido obtenida por el estudiante o suministrada por el docente, en la forma de una Base de Datos sobre la que pueden efectuar después consultas específicas, necesariamente involucra al estudiante en razonamiento analítico y le exige pensar acerca de relaciones causales entre ideas. Jonassen nos presenta varios grupos de aplicaciones de los computadores que representan diversos tipos de herramientas de la mente: de organización semántica, de modelado dinámico, de interpretación de información, de construcción de conocimiento y de conversación y colaboración.

Solo cuando se llega a una situación de “uno a uno” pueden los estudiantes usar el computador todo el tiempo y para todas las áreas o materias como herramientas de la mente. En la situación convencional de aulas o laboratorios de cómputo, aún en las instituciones educativas en las que se llega a relaciones de 10 estudiantes por computador, es muy difícil avanzar más allá de una experTICia aceptable. El número limitado de horas en las que el estudiante puede usar los equipos dificulta mucho un progreso mayor.

Quizá por una coincidencia afortunada, estos computadores potentes y muy económicos, están disponibles en esta época, cuando hay más reconocimiento del potencial de la pedagogía constructivista, basada en estrategias de aprendizaje activo, como la mayor potenciadora del aprendizaje de los estudiantes. En las últimas décadas, se ha venido acumulando un consenso creciente sobre las teorías relacionadas con el aprendizaje humano; una buena expresión de ese consenso está contenida en el libro “Cómo aprende la gente” de la Academia Nacional de Ciencias de los EE.UU. La aplicación de esas teorías, empleando las TIC como herramientas de la mente, permite la creación de ambientes enriquecidos, donde los estudiantes pueden construir su propio conocimiento más rápida y más solidamente.

Esos ambientes de aprendizaje, enriquecidos mediante el uso generalizado de las TIC, son lo que realmente pueden transformar la calidad de la educación.

Argentina festeja los cincuenta años de su primera computadora

Con diferentes actividades, Argentina celebra las bodas de oro de "Clementina", su primera computadora científica. El equipo, que comenzó a funcionar en 1961, supuso la creación del Instituto de Cálculo de la Universidad de Buenos Aires y un fuerte impulso a la tecnología.

El 15 de mayo de 1961, un inmenso panel de catorce armarios ubicado en una habitación especial dentro de la recientemente creada Ciudad Universitaria de Buenos Aires, emitió un sonido. El sonido reproducía los acordes de “La Clementina”, una vieja canción del Oeste norteamericano. El panel, similar a los lockers que se encuentran en el vestuario de un club, no había cobrado la suficiente vida propia como para silbar por sí solo una tonada folklórica: se trataba de una computadora ensamblada en Inglaterra y a quienes sus creadores le habían almacenado en su memoria esa melodía. El nombre original del equipo era Mercury pero sus usuarios no tardaron en rebautizarla: la llamaron Clementina. Y Clementina, luego de varios meses de viaje en barco y preparativos, se convirtió en la primera computadora científica en entrar en funcionamiento en la Argentina. Ahora, a cincuenta años de aquél acontecimiento, la Universidad de Buenos Aires prepara una amplia gama de actividades y concursos para celebrar esa fecha fundacional.

Y es que Clementina es mucho más que una simple efeméride. Se trata del puntapié inicial de la larga historia de la informática aplicada al conocimiento y la innovación tecnológica en Argentina. Una historia plagada de altibajos, que tuvo como principal impulsor al por entonces vicedecano de la UBA, el matemático Miguel Sadosky. Fue Sadosky, un pionero de la cibernética en la región, el que llevó a cabo las gestiones para que se adquiriera una computadora con fines científicos en 1959. Luego de una licitación pública, en la que se presentaron cuatro firmas, resultó elegida la empresa británica Ferranti. Su computadora, la Mercury, tenía un costo que rondaba los tres millones de dólares actuales. Sería la mayor inversión en ciencia y tecnología realizada en Argentina hasta ese momento.
Clementina llegó al puerto de Buenos Aires a fines de diciembre de 1960. Lejos del plug and play de las PC actuales, tuvieron que pasar varios meses para que el equipo entrara en funcionamiento. Por un lado, hubo que capacitar a sus operarios, por lo que la Universidad envió a estudiantes y docentes a formarse a Inglaterra. Por el otro, se requería un espacio capaz de albergar sus 18 metros de gabinetes, donde la humedad y la temperatura estuvieran controladas. Cuando el 15 de mayo se encendió Clementina, la historia de la informática en Argentina daba un salto adelante: programadores de Europa y Estados Unidos viajarían a dictar cursos y difundir la “mentalidad computacional”, al tiempo que la UBA estrenaba su Instituto de Cálculo, un hito académico que debía gran parte de su existencia a la monumental travesía de Clementina.
La importancia de esta computadora en el desarrollo de la investigación tecnológica en Argentina fue crucial. Seis años después de su puesta en funcionamiento, el Instituto inauguraría la carrera de computador científico y ofrecía cursos de computación abiertos al público. A su vez, Clementina prestaría sus habilidades para temas tan disímiles como el Censo Poblacional de 1960, el estudio de la órbita del cometa Halley y la frecuencia de los semáforos de la avenida Santa Fe. Se trataba, a su manera, de la primer incidencia de las luego llamadas TIC en el ámbito científico argentino.
Sin embargo, los sucesivos golpes militares y la llamada “Noche de los Bastones Largos”, ocurrida durante la dictadura del general Onganía, acabaría por expulsar a muchos científicos e investigadores del país y demacrado la actividad del Instituto. Con su inanición, desfallecería también Clementina, de la que hoy apenas se guardan algunos pertrechos y varias cintas perforadas a modo de recuerdo.
Para celebrar su cincuenta aniversario, la Universidad de Buenos Aires preparó para este 2011 una serie de eventos. Por un lado, se realizarán dos concursos literarios, uno de cuentos y otro de ensayo científico, alrededor de la historia de Clementina. Por el otro, una ronda de charlas, conferencias y talleres en el marco de las Jornadas “Miguel Sadosky”, que se llevarán a cabo los días 12 y 13 de mayo en el pabellón I de Ciudad Universitaria. Al mismo tiempo, se presentarán al público diversas obras de teatro alusivas, un concurso de programación y un Museo Interactivo que contará con diversas partes de Clementina que sobrevivieron al tiempo.
Aunque de sus 18 metros hoy queden apenas unos pocos centímetros, la influencia de Clementina en la vida informática argentina es inconmensurable y bien vale la efeméride para celebrar y debatir la importancia de la innovación técnica en la educación y la investigación científica.

Buscan crear una red de formación docente entre los países del Mercosur

El objetivo es crear una red académica entre los profesores de los distintos países para solidificar los programas de formación docentes, así darles una impronta regional. Participan universidades de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

El jueves pasado tuvo lugar en la UNC (Universidad Nacional de Córdoba) una reunión preparatoria del proyecto “Construcción cooperativa de políticas y estrategias de formación de docentes universitarios en la región”.
Esta iniciativa busca diseñar nuevas estrategias de formación docente en el ámbito universitario, que de respuestas a las demandas regionales y locales que tienen hoy las casas de estudio y superar también el relativo aislamiento que en la materia tenían cada uno de los países del Mercosur.
María Lorenzatti es subsecretaria de grado de la UNC y detalló los alcances esperados del proyecto. “Como Universidad, pretendemos pensar en un proyecto de formación que esté ligado a carrera docente y que se generen redes, no solo específicas de la formación docente universitaria del Mercosur, sino también en otras temáticas y líneas de investigación para fortalecer los lazos en estas universidades”, declaró.
La inquietud de los docentes involucrados, así como de las distintas casas de estudio de los países del Mercosur, se enfoca en superar algunas viejas concepciones acerca de la mirada eurocéntrica que aun hoy poseen muchas universidades y centros educativos especializados. Así lo manifestó Alberto Ríos Vargas, docente paraguayo, perteneciente a la Universidad Nacional de Pilar del país guaraní: “El tipo de formación que queremos fundamentalmente para Latinoamérica y sobre todo para nuestras universidades. Vamos a debatir temas conceptuales. Queremos docentes modernos o posmodernos, eso también va a implicar un análisis de las necesidades de la sociedad, y en todo caso qué tipo de educación, qué tipo de profesional, qué tipo de país queremos para nuestra región”. Destacó que de avanzar la propuesta, “estaremos en mejores condiciones de tener países más competitivos con respecto a Europa, Asia y Estados Unidos”.
Por su parte, Mercedes Collazo de la Universidad de la República de Uruguay sostuvo que sería bueno “poder acordar regionalmente políticas y estrategias de formación para los docentes universitarios con una mirada que trascienda la idea de cursos pedagógicos, despegados de las lógicas de las disciplinas, o la enseñanza despegada de la investigación y la extensión. La idea es articular todos los saberes que están en juego por parte de los docentes cuando ejercen la docencia universitaria y poder definir políticas más claras en ese sentido”.
La primera actividad concreta de esta iniciativa será la realización de una encuesta de opinión entre los docentes de los distintos países involucrados, así como el desarrollo de seminarios regionales. Ambas actividades serán el primer paso para ir construyendo una agenda en común entre las universidades mercosurianas.
 
(fuente: página web de la Universidad Nacional de Córdoba, http://www.unc.edu.ar)

TICS en los procesos de Enseñanza y Aprendizaje

{...}Las TIC han llegado a ser uno de los pilares básicos de la sociedad y hoy es necesario proporcionar al ciudadano una educación que tenga que cuenta esta realidad.
Las posibilidades educativas de las TIC han de ser consideradas en dos aspectos: su conocimiento y su uso.
El primer aspecto es consecuencia directa de la cultura de la sociedad actual. No se puede entender el mundo de hoy sin un mínimo de cultura informática. Es preciso entender cómo se genera, cómo se almacena, cómo se transforma, cómo se transmite y cómo se accede a la información en sus múltiples manifestaciones (textos, imágenes, sonidos) si no se quiere estar al margen de las corrientes culturales. Hay que intentar participar en la generación de esa cultura. Es ésa la gran oportunidad, que presenta dos facetas:
· integrar esta nueva cultura en la Educación, contemplándola en todos los niveles de la Enseñanza
· ese conocimiento se traduzca en un uso generalizado de las TIC para lograr, libre, espontánea y permanentemente, una formación a lo largo de toda la vida{...}
El segundo aspecto, aunque también muy estrechamente relacionado con el primero, es más técnico. Se deben usar las TIC para aprender y para enseñar. Es decir el aprendizaje de cualquier materia o habilidad se puede facilitar mediante las TIC y, en particular, mediante Internet, aplicando las técnicas adecuadas. Este segundo aspecto tiene que ver muy ajustadamente con la Informática Educativa.
No es fácil practicar una enseñanza de las TIC que resuelva todos los problemas que se presentan, pero hay que tratar de desarrollar sistemas de enseñanza que relacionen los distintos aspectos de la Informática y de la transmisión de información, siendo al mismo tiempo lo más constructivos que sea posible desde el punto de vista metodológico.
Llegar a hacer bien este cometido es muy difícil. Requiere un gran esfuerzo de cada profesor implicado y un trabajo importante de planificación y coordinación del equipo de profesores. Aunque es un trabajo muy motivador, surgen tareas por doquier, tales como la preparación de materiales adecuados para el alumno, porque no suele haber textos ni productos educativos adecuados para este tipo de enseñanzas. Tenemos la oportunidad de cubrir esa necesidad. Se trata de crear una enseñanza de forma que teoría, abstracción, diseño y experimentación estén integrados.
Las discusiones que se han venido manteniendo por los distintos grupos de trabajo interesados en el tema se enfocaron en dos posiciones. Una consiste en incluir asignaturas de Informática en los planes de estudio y la segunda en modificar las materias convencionales teniendo en cuenta la presencia de las TIC. Actualmente se piensa que ambas posturas han de ser tomadas en consideración y no se contraponen.
De cualquier forma, es fundamental para introducir la informática en la escuela, la sensibilización e iniciación de los profesores a la informática, sobre todo cuando se quiere introducir por áreas (como contenido curricular y como medio didáctico).
Por lo tanto, los programas dirigidos a la formación de los profesores en el uso educativo de las Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación deben proponerse como objetivos:
- Contribuir a la actualización del Sistema Educativo que una sociedad fuertemente influida por las nuevas tecnologías demanda.
- Facilitar a los profesores la adquisición de bases teóricas y destrezas operativas que les permitan integrar, en su práctica docente, los medios didácticos en general y los basados en nuevas tecnologías en particular.
- Adquirir una visión global sobre la integración de las nuevas tecnologías en el currículum, analizando las modificaciones que sufren sus diferentes elementos: contenidos, metodología, evaluación, etc.
- Capacitar a los profesores para reflexionar sobre su propia práctica, evaluando el papel y la contribución de estos medios al proceso de enseñanza-aprendizaje.
Finalmente, considero que hay que buscar las oportunidades de ayuda o de mejora en la Educación explorando las posibilidades educativas de las TIC sobre el terreno; es decir, en todos los entornos y circunstancias que la realidad presenta.